Como mencione en el blog anterior, en la empresa estamos trabajando en un
proyecto de arquitectura empresarial, y uno de los beneficios que genera esta metodología
es romper los silos, porque aunque las empresas tienen objetivos estratégicos y
una sola misión y visión, las áreas trabajan desarticuladas y cada una apunta
para lados diferentes.
Los silos son grandes contenedores cilíndricos utilizados en la agricultura
para almacenar granos, y representan elementos aislados donde no hay
transferencia de nada entre sí mismos. Y su analogía con las empresas responde
a áreas en las que se aíslan los procesos y no se genera trasferencia de
información a los demás.
En las áreas muchas veces el trabajo en equipo es excelente y trabajan
eficientemente sus labores, sin embargo, cuando se requiere cooperación con las
otras áreas se empiezan a presentar inconvenientes y la gente no brinda
información generando reproceso o muchas veces procesos y almacenamiento de información
repetidos en diferentes áreas.
El inconveniente de los silos se refleja en los flujos de información,
porque para la toma de decisiones la información fluye hacia arriba y luego
baja a nivel del silo donde las tareas deben ser ejecutadas gracias a la falta
de comunicación entre las áreas de esta manera la organización se vuelve lenta
y pierde su actividad.
Es por esto que la cultura organizacional debe cambiar y esto implica
cooperar, crear sinergias y asignar recursos a los silos. El reto está en
desarrollar estructuras organizativas que ayuden a superar el poder y la
mentalidad de estas unidades organizativas y lograr que la estrategia tenga
éxito, ya dimos un paso adoptando la arquitectura empresarial, ahora el reto está
en lograr romper esos silos claramente identificados en la organización.
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